Cómo limpiar frutas y verduras

Limpiar las verduras con agua, bicarbonato y vinagre es un método eficaz para eliminar suciedad, pesticidas y posibles bacterias

Materiales necesarios: 

• 1 recipiente acorde a la cantidad que desees limpiar 

• Agua potable.

• Bicarbonato de sodio.

• Vinagre blanco.

Pasos a seguir 🤗

1. Llena el recipiente con suficiente agua para sumergir las verduras/frutas

2. Añade:

• 1 cucharada de bicarbonato de sodio por cada litro de agua.

• 1/2 taza de vinagre blanco por cada litro de agua.

3. Sumergir las verduras

1. Coloca las verduras en el agua preparada.

2. Déjalas remojar durante 10 minutos.

• El bicarbonato ayuda a eliminar pesticidas y residuos químicos.

• El vinagre actúa como desinfectante y elimina bacterias y hongos.

• Para verduras con piel rugosa (como zanahorias, boniato, patatas), puedes usar un cepillo limpio para frotar suavemente y eliminar la suciedad adherida.

• Para verduras delicadas (como lechugas, espinacas o hierbas), simplemente mueve las hojas dentro del agua para asegurarte de que todas las superficies se limpien.

4. Enjuagar con agua limpia

1. Retira las verduras de la solución de limpieza.

2. Enjuágalas bajo agua corriente para eliminar los restos de bicarbonato y vinagre.

5. Secar con papel absorbente y almacenar en recipientes de cristal con tapa en la nevera.

✨IMPORTANTE SABER ✨

• Este método es seguro y natural; el bicarbonato y el vinagre no afectan el sabor de las verduras si se enjuagan correctamente.

• Puedes usarlo para frutas también, especialmente si tienen cáscaras comestibles como manzanas o peras.

• No combines bicarbonato y vinagre en una misma etapa sin agua, ya que reaccionan químicamente formando dióxido de carbono y pierden eficacia.

Deseo que haya sido de ayuda para ti. No dudes en ponerte en contacto para cualquier duda o aclaración 

✨Así como limpiamos los residuos de la piel de una fruta, también podemos aprender a limpiar nuestras emociones retenidas. Todo empieza con actos sencillos y conscientes.

✨Limpiar los alimentos también es una forma de liberar memorias, pesticidas energéticos y vibraciones externas que no necesitas.

Este gesto cotidiano, cuando lo haces con atención y presencia, puede convertirse en un acto de autocuidado profundo 

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