ARQUETIPO DE LA QUE NO SE CUIDA…..

11.05.2025

….y procrastina su bienestar; a propósito de un caso

Este arquetipo vive en muchísimas personas, sobre todo en mujeres, y es muy potente trabajarlo desde una mirada profunda como la de las Constelaciones Familiares y la Psicosomática Clínica. 

Este arquetipo representa a una mujer que sabe (consciente o inconscientemente) lo que le hace bien, lo que su cuerpo, mente y alma necesitan… pero lo posterga, lo deja para después, lo relativiza o se sabotea con excusas. No se permite priorizarse.
Puede nombrarlo conscientemente con frases del tipo:  "no tengo tiempo", "ya lo haré", "primero están los demás" o "no es tan grave".
Y en realidad, detrás de esa actitud, hay fidelidades inconscientes y dinámicas heredadas que explican ese bloqueo al autocuidado, y como ellas mismas son inconscientes, no se dan cuenta de cómo este “programa” gobierna sus decisiones y comportamientos.

Orígenes desde la VISIÓN SISTÉMICA 


1. Identificación con mujeres del sistema

Muchas veces, en los linajes femeninos hay figuras que vivieron vidas de sacrificio, resignación o negación de sus propias necesidades (madres, abuelas, tías…). La descendiente que procrastina su bienestar, repite ese modelo por amor ciego o por lealtad invisible.


2. Pertenencia a través del sufrimiento

Si en el sistema familiar hubo mucho dolor, enfermedad o dificultad, puede surgir una culpa inconsciente al permitirse estar bien. Entonces, "mejor no me cuido, no vaya a ser que me separe del clan por estar demasiado bien". En ocasiones, el sufrimiento también es una manera inconsciente de castigarse, si estoy vinculada inconscientemente, con algún miembro de mi clan que ha hecho un daño y no ha asumido su culpa: hijos ilegítimos, abortos, abuso, sexuales, asesinatos, robos,etc.


3. Conflictos no resueltos con la madre

La madre es el primer vínculo con la vida y el cuerpo. Si la relación con ella fue fría, invasiva o abandonante, puede instalarse una desconexión emocional y corporal que lleva a dejarse de lado o posponer el propio cuidado. La forma en que una mujer se cuida, se mira y habita su cuerpo tiene raíces profundas en la relación con su madre. Hoy sabemos que nuestra imagen y autoestima corporal se construyen a partir de la mirada materna. Cuando esa mirada fue ausente, exigente o dolida, muchas veces heredamos la dificultad para amarnos y cuidarnos. Muchos autores coinciden en que el vínculo temprano con la madre deja una huella emocional que determina cómo percibimos nuestro valor y cómo habitamos nuestro cuerpo. Cuidarse, entonces, no es un acto superficial, sino una reparación profunda del amor que, a veces, no supimos recibir.

4. Procrastinar como fidelidad a las dificultades familiares

Si en la historia familiar hubo carencias o imposibilidades, una parte inconsciente puede mantener esa dinámica dejando para luego lo que haría bien ahora.

Orígenes desde el INCONSCIENTE COLECTIVO 

A nivel más arquetípico y colectivo, la figura de "la que no se cuida" conecta con memorias de siglos donde las mujeres han sido educadas para priorizar a otros antes que a sí mismas. Desde madres abnegadas, cuidadoras de todos menos de sí, hasta mujeres invisibilizadas o culpadas si se priorizaban.
El inconsciente colectivo femenino guarda todavía esa marca: primero los otros, después tú. Por eso muchas mujeres hoy, incluso teniendo recursos, información y opciones, sienten un extraño bloqueo a la hora de priorizar su bienestar.

Consecuencias desde la Psicosomática Clínica 

Este patrón de posponer el autocuidado genera tensiones internas que pueden somatizar en:

Problemas digestivos: cuando no se digieren las propias necesidades y se tragan las de otros.
Contracturas y dolores musculares: por cargar inconscientemente con lo que no corresponde.
Fatiga crónica o agotamiento emocional: resultado de estar siempre disponible para otros y nunca para sí.
Desórdenes hormonales: especialmente si hay represión de la autoexpresión y de la atención al cuerpo femenino.
Trastornos de la piel: como forma de mostrar hacia afuera lo que no se reconoce hacia adentro.
Ansiedad y procrastinación crónica: el cuerpo pide a gritos atención, y la mente sabotea.
El posponer el bienestar no es solo una cuestión de actitud, sino una forma de lealtad inconsciente, un miedo a romper normas familiares o colectivas, y una resistencia al permiso para vivir plenamente.

¿Cómo se libera este arquetipo?


1. Reconociendo de dónde viene: identificar de qué mujer o dinámica familiar heredo este patrón, siempre con técnicas de acceso al inconsciente: hipnosis, líneas del tiempo, método Silva, etc
2. Haciendo una constelación para soltar esas lealtades y darme permiso de vivir de otra manera.
3. Tomando consciencia del derecho propio al bienestar, más allá de lo que vivió mi sistema.
4. Anclando en el cuerpo ese permiso: rituales de autocuidado, contacto con la naturaleza, movimiento, alimentación consciente, y actos simbólicos que den un lugar a mis necesidades.
5. Nombrando y abrazando a la que posterga sin juicio, comprendiendo su origen y eligiendo paso a paso otra manera de habitarme.

6. Trabajo con la Niña interior y las heridas de la infancia, sobre todo las de ABANDONO, HUMILLACIÓN Y RECHAZO 

7. Llevar a la Acción, con disciplina y constancia lo descubierto en la terapia.

A propósito de un caso…..arquetipo sanador/recurso terapéutico 

Cuando una consultante quiso trabajar en la consulta su procrastinación para cuidarse y el porqué posponía los cuidados que conscientemente sabían que le van bien para su salud y su bienestar, su inconsciente le mostró una India Cherokee.

Arquetipo de la India Cherokee

Es una figura muy rica en simbología, fuerza femenina y conexión con la naturaleza, los ciclos y el saber ancestral.


Representa a la mujer conectada con la tierra, los ciclos naturales, los espíritus ancestrales y el conocimiento transmitido de generación en generación.

 Es una mujer sabia, intuitiva, observadora de los signos de la naturaleza y portadora de medicina espiritual y emocional.
Aunque hablamos de "ceroqui" como tribu, este arquetipo puede integrarse como símbolo de cualquier mujer en contacto profundo con su linaje, su instinto y los elementos.

✨Características de este arquetipo
Profunda conexión con la naturaleza: siente que los árboles, los animales, el viento y las aguas hablan. Entiende los mensajes sutiles de su entorno.
Sabiduría ancestral: conoce remedios naturales, rituales, cantos, oraciones y ofrendas que honran la vida y a los ancestros.
Guía y protectora: cuida a su clan, enseña, transmite valores y actitudes de respeto por la tierra, por la mujer y por los ciclos.
Autonomía y libertad: sigue su propio camino, escucha su intuición, decide desde su corazón y no se rige por normas impuestas sino por las leyes naturales y del espíritu.
Mujer medicina: sana con su presencia, su palabra, sus rituales y sus silencios.

✨Orígenes desde el inconsciente colectivo
El inconsciente colectivo guarda la memoria de miles de años de mujeres conectadas a la tierra como guardianas del saber natural. Antes de que las religiones y estructuras patriarcales desconectaran a la mujer de su poder, este arquetipo vivía en todas las culturas: la chamana, la sabia, la curandera, la que paría y enterraba, la que cantaba a la luna y hablaba con las montañas.
Hoy, muchas mujeres sienten una llamada hacia este arquetipo como parte de la necesidad de regresar al cuerpo, a la tierra y al saber ancestral.

✨Formas de trabajar este arquetipo
• Rituales simbólicos: ofrendas a la tierra, baños de luna, paseos conscientes por la naturaleza, recogida de plantas.
• Ejercicios de constelaciones: colocar a "La Mujer Medicina" o "La India Cheroqui" como recurso detrás de la persona, como fuerza protectora y sabia.
• Anclajes corporales: caminar descalza, tocar la tierra, conectarse con los 4 elementos.
• Recuperar memorias femeninas del linaje: historias de mujeres que sanaban, cuidaban, hablaban con los elementos o seguían su instinto.